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La llegada de la temporada invernal en Manabí exige acciones  urgentes  para  prevenir riesgos.

Cada año, las lluvias intensas afectan a comunidades cercanas a ríos y quebradas, evidenciando debilidades en la gestión del riesgo y la planificación territorial.

Los municipios y el Ministerio de Obras Públicas deben priorizar la limpieza de quebradas, alcantarillas y cauces naturales para evitar inundaciones. Además, es fundamental identificar zonas propensas a deslizamientos, agravados por la erosión en elevaciones vulnerables.

La falta de control sobre construcciones en áreas de riesgo sigue siendo un problema crónico que las autoridades locales deben abordar con urgencia.

“No se debe esperar, como siempre, a que el invierno golpee”.

El impacto del invierno también afecta la salud, con la proliferación de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue y la contaminación del agua. Estas amenazas requieren medidas preventivas que incluyan la participación ciudadana para mantener espacios limpios y reportar riesgos.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería, por su parte, debe estar pendiente de las posibles afectaciones de las lluvias en los cultivos.

La prevención salva vidas y reduce costos. Manabí puede enfrentar de mejor forma este invierno si se actúa con responsabilidad y anticipación.

Editorial de El DiarioPublicado el 17 de diciembre del 2024 en nuestra edición impresa.