Compártelo con tus amigos:

Contenido patrocinado Metropolitan Touring

El barco se desliza suavemente por las aguas. Sólo se escucha los motores y se puede ver la estela espumosa en el mar, mientras el panorama va cambiando conforme se avanza.

La vivencia de hacer un crucero por las Islas Galápagos en un yate como La Pinta de Metropolitan Touring (https://metropolitantouring.com) es inigualable, significa un disfrute que comienza antes de embarcarse, al llegar uno al aeropuerto Seymour en Baltra.

El cómodo vuelo operado con puntualidad por Latam, desde Guayaquil o Quito, es el preanuncio de una aventura que queda en la memoria y hace que el visitante quiera volver una y otra vez.

Una vista desde el avión de Latam, antes de aterrizar.

Días de aventura
En un recorrido por las islas del norte, apenas uno desciende del avión empieza la aventura en el rancho El Manzanillo de la isla Santa Cruz, donde se divisan las gigantescas tortugas, una de las especies que han dado fama internacional a las Islas Encantadas.

Antes, un excelente almuerzo servido en el restaurante Aquelarre, ubicado en medio del bosque, renueva las energías para el resto de la primera jornada.

Las gigantescas tortugas hacen su aparición en un recorrido por el rancho El Manzanillo.


Un crucero de 5 días y 4 noches lleva a los turistas a las cercanías de los islotes El Edén y Sombrero Chino, donde se ven diversas especies de aves como piqueros de patas azules y pelícanos; también se pueden observar curiosas formaciones de lava volcánica, que muestran el origen de esta tierra sorprendente.

En la isla Bartolomé se hace una caminata que implica subir una escalera de 372 peldaños hasta la cima, donde hay un faro de cuyo mantenimiento se encarga la Armada del Ecuador.
Desde la altura la vista panorámica es fantástica, con la famosa roca Pináculo, todo un ícono de las islas, y el yate fondeado en las cercanías. También se hace un recorrido por la bahía Darwin en la isla Genovesa, donde se ven más piqueros, fragatas, lobos marinos, entre otras especies, cuyas características y costumbres explican los guías certificados por el Parque Nacional Galápagos.

Para la práctica del snorkeling de profundidad, como para otros deportes acuáticos, las embarcaciones de apoyo quedan a pocos metros.

Pero debe decirse que éste es solo uno de los recorridos, hay más itinerarios que prevé Metropolitan Touring, por ejemplo el de las islas del este.
Todo esto, jalonado con prácticas de snorkeling de profundidad o cerca de la playa, viendo de cerca cómo coloridos peces discurren alimentándose en el fondo marino. También se puede practicar kayakismo o tabla de remo, siempre con el acompañamiento de los guías y demás personal auxiliar, que vigilan desde embarcaciones.

Tecnología y comodidad
Ahora bien, navegar en un yate de expedición como La Pinta es parte de una experiencia que el viajero quisiera que no acabe. El capitán Patricio Guerra da precisiones sobre este barco de 6 cubiertas, 63 metros de eslora (largo), 11 metros de manga (ancho), que pesa 1.452 toneladas y tiene 24 cabinas que permiten albergar a 48 pasajeros.

“Los motores son de última generación, eso nos da una garantía del consumo de combustible; trabajan a través de un software que da la información del consumo de energía que estamos teniendo a bordo. El generador tiene sensores, y cada vez que se abre o interrumpe el acceso a la luz en cualquier sector, el programa hace el consumo mínimo de combustible.

El yate de expedición de Metropolitan Touring queda siempre fondeado en las cercanías de los puntos que se visitan.

Con eso contribuimos al medio ambiente, nuestra compañía se caracteriza por ser amigable con el medio ambiente”, explica el capitán Guerra, en referencia al certificado de Carbono Neutro que ostenta Metropolitan Touring.
En el yate funcionan tres departamentos: Máquinas, Cubierta y Hotelería, con distintos responsables que en último término responden al capitán, como autoridad máxima del barco.

“Tenemos un Comité de Navegación y nos manejamos con un Manual de Seguridad de Gestión Integral; están catalogadas las funciones y existe el Equipo de Trabajo del Puente, conformado por los oficiales. Cada vez que vamos a realizar un crucero, examinamos las rutas. Después de haber recolectado toda la información, por dónde vamos a transitar, hacemos un plan de viaje, que debe ser aprobado por el capitán y entendido por los oficiales; esto va a un computador, se ingresan los puntos de la ruta y automáticamente eso da en las pantallas de los radares la navegación que se va a realizar”, explica el capitán.

Para las expediciones, los viajeros son llevados en pequeños grupos en las embarcaciones; el uso del chaleco salvavidas es parte del protocolo de seguridad.

Los sabores y la magia
¿Le apetecen unas tostadas francesas con azúcar impalpable, o muchines de yuca rellenos de queso mozzarella para el desayuno? ¿Quizás para el almuerzo un tazón de camarón marinado al pesto, quinua, espárragos y tomates secos? ¿O prefiere un menú vegetariano: tortillas de harina de trigo o maíz, chili de fréjol negro y vegetales? También se puede escoger un salmón en salsa de alcaparras.

Son solo algunas de las opciones del menú que día a día se va renovando y se muestra en tabletas digitales en cada mesa del restaurante.
Javier Yance, de raíces manabitas y quiteñas, es el chef ejecutivo de La Pinta, con 24 años de experiencia en esto de contentar paladares.

Javier Yance es el chef ejecutivo a bordo de La Pinta.

¿Cómo se logra esta meta, cuando hay normalmente comensales de distintas nacionalidades y gustos diferentes? “Más que todo, uno debe cocinar con mucho amor, con paciencia”, dice. Si se trata de hablar de algún plato que sea de la preferencia de todos, por así decirlo, explica que él prepara un arroz con mariscos, que se llama “arroz caldoso”, con muy buena aceptación.
Preguntado por las tendencias que observa en la gastronomía en general, indica que “la cocina internacional ha evolucionado bastante, tiene componentes más orgánicos, naturales; en nuestro caso utilizamos productos de los agricultores de Galápagos”, con lo cual se genera una cadena productiva cuyo destino final es la mesa.

Los atardeceres en el crucero son mágicos. De pronto, una fotógrafa profesional que ya tiene varios libros de trascendencia internacional en su haber y es parte de los pasajeros, se apresura hacia la cubierta exterior mientras dice entusiasmada: “¡Se ven ballenas!” Efectivamente, al menos dos de los grandes cetáceos se han hecho presentes y varios de los viajeros tienen la oportunidad de contemplar una danza de apareamiento entre las olas; captar esos movimientos en video o lograrlos en fotos es casi una obligación para la que no se necesita invitación.

Elvia Andrade, médico de a bordo; Jennifer Jurado, gerente hotelero; el capitán Patricio Guerra; Valeria Murillo y Luis Preciado, oficiales.

Poco menos de una semana a bordo de La Pinta y recalando en varios destinos de las Islas Encantadas es algo que todo viajero que haya podido experimentarlo querrá volver a vivir, y la prueba es que la tripulación le ofrece un cálido reconocimiento a un hombre que decidió hacer su tercer crucero junto a su esposa, aprovechando para celebrar un nuevo aniversario matrimonial. Como este huésped de honor, todos quienes viven esta experiencia buscan hacerla nuevamente, para que el sueño no se termine nunca.

El ascenso hasta el faro de la isla Bartolomé es un desafío que vale la pena tomar.
Usted vivirá una experiencia inolvidable en Galápagos.