La tosferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, fue identificada en el siglo XIII en Europa, donde mató a miles de personas, según registros históricos.
Científicos del siglo XX, liderados por Pearl Kendrick y Grace Eldering en Estados Unidos, desarrollaron la primera vacuna en 1939 para controlar su propagación, transformando la lucha contra esta enfermedad respiratoria.
Origen de la tosferina en el mundo
La tosferina, conocida como pertussis, se documentó por primera vez en 1276 en Europa, según textos médicos medievales. La bacteria Bordetella pertussis, identificada en 1906 por los científicos belgas Jules Bordet y Octave Gengou, provoca esta infección respiratoria altamente contagiosa. Transmitida por gotas al toser, afecta principalmente a niños, causando tos severa y, en casos graves, complicaciones pulmonares.
Antes del siglo XX, la tosferina era una causa principal de mortalidad infantil. En el siglo XIX, epidemias en Europa y América reportaban miles de muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La falta de tratamientos efectivos agravaba su impacto en comunidades.
Descubrimiento de la bacteria y desarrollo de la primera vacuna
En 1900, Bordet y Gengou cultivaron la bacteria en un laboratorio belga, un avance crucial para entender la tosferina. Su trabajo permitió desarrollar pruebas diagnósticas y sentó las bases para la investigación de una vacuna. Este descubrimiento marcó el inicio de esfuerzos científicos para controlar la enfermedad.
En 1939, las científicas estadounidenses Pearl Kendrick y Grace Eldering crearon la primera vacuna contra la tosferina en Michigan, tras años de pruebas en niños. La vacuna, combinada con difteria y tétanos (DTP), se implementó masivamente en 1940.
Según la OMS, esta redujo la incidencia de tosferina en un 90% en países desarrollados para 1960.
Avances y desafíos modernos
En 1996, se introdujo la vacuna acelular (DTaP), más segura y con menos efectos secundarios, según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC). Sin embargo, la tosferina persiste en regiones con bajas tasas de vacunación.
La OMS reportó 151,000 casos globales en 2018, destacando la importancia de la inmunización. En la actualidad, el esquema de vacunación incluye dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, con refuerzos a los 4 y 6 años.
La OMS recomienda vacunar a mujeres embarazadas para proteger a recién nacidos, los más vulnerables a complicaciones.
Nuevos casos en Ecuador
El tema de la tosferina ha tomado mayor importancia por estos días en Ecuador, luego de que se confirmara un caso dentro de una unidad educativa de Quito. Sin embargo, no es el primero de este año.
De hecho, Ecuador reporta 220 casos confirmados de tosferina hasta la semana epidemiológica 15 de 2025, según el informe de la dirección nacional de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud Pública (MSP). La cifra supera en más de un 50% a los contagios registrados en todo 2024, cuando se reportaron 141 casos.
El informe del Ministerio de Salud detalla que la distribución de los casos no es homogénea a nivel nacional. Además, Guayas, Pichincha y Manabí son las provincias con más casos.