En mis casi 11 años viviendo el Programa de NA, he concluido que los 12 Pasos de NA provienen de diferentes partes de la Biblia.
En Ecuador, al abrir y al cerrar cualquier reunión de NA, se lo hace siempre rezando en grupo una oración; es decir, repetimos esta oración ya escrita dos veces por reunión (similar a rezar repitiendo el padrenuestro en la misa). En NA hay un Texto Básico (T. B.), que es para los miembros lo mismo que la Constitución para los abogados.
Sobre rezar, el Programa dice: “Comenzamos a rezar solo para conocer la voluntad de Dios para con nosotros” y “al rezar por los demás, nos convertimos en parte de ellos” (T. B., p. 56 y 118). La adicción es una enfermedad, y las enfermedades no eran parte del plan de Dios al crearnos, ya que nos creó con el objetivo de que viviésemos para siempre con salud. Pero Satanás dio origen a la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, al inducir a Adán y Eva a pecar.
Los médicos actuales tratan enfermedades de causas naturales, pero también es cierto que las enfermedades pueden tener causas sobrenaturales; por ej., la enfermedad del justo sufriente Job. La idea de que los demonios causan enfermedades es parte de muchas culturas del mundo. Los demonios tienen también la capacidad de hacer posesiones (cuando controlan un cuerpo).
En sí, la creencia en demonios es tan antigua como la humanidad misma; y “la adicción ha existido desde que existe la humanidad” (T. B., p. 101). “La adicción es una enfermedad física, mental y espiritual” (T. B., p. 24). Como es una enfermedad espiritual que llega a tener manifestaciones en otros campos de la realidad (físicos, mentales, emocionales, etc.), se necesita entonces también de un tratamiento que sea espiritual. ¿Y saben qué? Pues “el programa de Narcóticos Anónimos es espiritual” (T. B., p. 106).
Por otro lado, aunque en NA se habla de un Poder Superior bondadoso, también se hace alusión a Satanás, como por ejemplo cuando dice: “muchas veces hemos puesto nuestra voluntad y nuestra vida en manos de un poder destructivo” (T. B., p. 29). Y también: “En nuestra enfermedad tratamos con un poder destructivo y violento superior a nosotros” (T. B., p. 95). ¿Y quién es ese poder violento superior (en minúsculas)? Se dice que tiene “una fuerza destructiva en la vida” (cfr. T. B., p. 28), pero es un ser inteligente que miente (cfr. 1 Re 22,23).
La adicción, como “enfermedad incurable” (T. B., p. 24), significa un reto para el crecimiento espiritual, el aprendizaje, la comprensión de la fragilidad humana y la necesidad de Dios.