Los ecuatorianos nos preguntamos siempre, ¿cómo un país tan rico dispone de una población tan pobre y con tantas necesidades, sin acceso a una educación y salud gratuitas y de calidad? Y tenemos que admitir que el despojo sistemático de sus recursos naturales no renovables y de sus servicios públicos más rentables, a favor de las corporaciones extranjeras, es una de las razones de esta tragedia social y nacional.
¿Cómo acceden al gobierno personas sin la comprensión de nuestras necesidades, ni la solidaridad básica y soluciones técnicas para con nuestro país y su futuro? Es inconcebible que se utilicen sistemas electrónicos que han repudiado más de cincuenta países, por constituir sinónimo de fraude electoral comprobado. Se le miente al pueblo cuando le acusan de que “no sabe elegir”; es que nunca elige. Se proclaman los resultados, percatados de que la población ha sido inducida a la resignación por la falta de conciencia cívica, extirpada del sistema educativo.
Existen pueblos de América Latina que han tenido gobernantes patriotas y nacionalistas que han defendido y recuperado los recursos naturales de sus países, porque sabían que allí está el dinero, sin deuda pública, para la educación, salud, vivienda, trabajo y bienestar social de sus compatriotas. Personajes como Lázaro Cárdenas, Juan Velasco Alvarado, Salvador Allende, Omar Torrijos Herrera, Jacobo Árbenz Guzmán, entre otros, son recordados con respeto y cariño por sus pueblos agradecidos, a pesar de las campañas permanentes de calumnias en su contra.
Chile, a través de la estatal Corporación del Cobre, CODELCO, recibió en el 2021 y 2022 más de USD 7.350 millones por año. El origen de estos recursos está en la nacionalización del cobre decretada en 1972 por Allende, a quien le dieron un golpe de Estado, en 1973, para que no maneje cantidades gigantescas de dinero a favor de su pueblo organizado. Ni al general golpista Augusto Pinochet, auspiciado por la CIA y las multinacionales, se le ocurrió entregar a manos privadas semejante riqueza.
Ecuador va a elegir presidente, con el “milagro” de la electrónica, entre dos opciones ultra privatizadoras. La una, de derecha abierta (que anuncia, para empezar, la transferencia del gas, campo Sacha, termoeléctricas), y la otra, disfrazada de “izquierda”, pero mucho más eficaz para estos objetivos globalistas; que elaboró las leyes para entregar a las multinacionales 18 de los 21 campos petroleros más importantes, las minas de oro, plata y cobre más ricas del país; los puertos marítimos, TAME, FLOPEC, hidroeléctricas, tierras rurales, entre otros bienes fiscales.
No es casual que la tercera opción, el voto nulo, crezca, conociendo que, si gana, se anulan las elecciones, según el Art. 147 del Código de la Democracia. Pero, con los métodos conocidos, esa votación será “evaporada”.