Los agricultores individuales y sus gremios han comenzado a asimilar que las soluciones a varias dificultades que presenta su loable labor, que alimenta y da vida, radican en cantidades inconmensurables en el suelo que se pisa y a veces se maltrata.
Efectivamente, pululan armónicamente en él millones de bacterias, hongos, virus y algas, en su estrato superior, en los primeros veinte centímetros de suelo agrícola, facilitando la nutrición de los cultivos, mejorando la fertilidad de los suelos y hasta contribuyendo en el control de plagas y enfermedades catastróficas, como el moko bacteriano, con presencia en todas las zonas plataneras del país, particularmente más fuerte en el cantón manabita El Carmen, y preventivamente actúan con eficacia frente al hongo fusarium, raza tropical 4, en banano.
En buena hora, el despertar hacia el mundo de esos microorganismos es motivo de frecuentes intervenciones de técnicos nacionales en radio, prensa y televisión, que se suman a la difusión de los beneficios que proporcionan esos elementos microbiológicos, antes desconocidos y mucho menos aprovechados. Por ejemplo, el 12 de julio se realizó un encuentro de cultivadores de la tierra en la finca Nueva Esperanza, de la jurisdicción del cantón Chone, por iniciativa de la Cámara de Agricultura de la V Zona, Fenamaíz, con su líder histórico César Herrera Santos, representantes del Pueblo Montubio, la empresa Agrogenesis, profesionales de Iniap de las estaciones de Portoviejo y Pichilingue, y la directa intervención de Agrocalidad del Ministerio de Agricultura, donde se formularon importantes recomendaciones basadas en concentrados biológicos, sin químicos, para el control de la terrible enfermedad conocida como moko, de enorme impacto a la seguridad alimentaria nacional y perjuicios invalorables a las exportaciones del producto fresco e industrializado.
Siguiendo en esa línea de promoción de productos no contaminantes, sin carga química nociva y amigable con el medioambiente y la población, ayer se inauguró en Chone, y se clausurará hoy, una feria con varias conferencias sobre el cultivo del momento, el cacao, con stands en los que está sobresaliendo el presentado por el Dr. Walter Camacho, compañía Polidist, experto en aplicación de concentrados microbiológicos de gran impacto en el control de moko y sigatoka negra en banano y plátano, hecho cultural que cuenta con el patrocinio de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
Como se observa, son iniciativas y esfuerzos impulsados por empresarios privados, sin ningún aporte económico estatal, pero con la venia de sus principales ejecutivos.