La declaratoria de Ecuador como país libre de gripe aviar es una buena noticia para el sector avícola. Representa la recuperación de la confianza sanitaria y la posibilidad de acceder a nuevos mercados de exportación. El anuncio que hizo al respecto la Organización Mundial de Sanidad Animal, tras más de 700 días sin brotes en granjas comerciales y 507 días en predios traspatio, es positivo para el país.
Este logro es el resultado de un esfuerzo coordinado entre el Ministerio de Agricultura y los productores. Refleja la efectividad de los protocolos de bioseguridad y vigilancia epidemiológica en las unidades avícolas del país.
Sin embargo, la ausencia del virus no implica que el peligro haya desaparecido del todo. Enfermedades como la gripe aviar, la fiebre aftosa y la mancha blanca del camarón han causado, a su tiempo, pérdidas económicas en distintas zonas productivas. La amenaza persiste, no por falta de cuidados sino por la vulnerabilidad de la salud animal.
Es clave mantener e intensificar las medidas de prevención. La capacitación, el control sanitario y la notificación temprana son herramientas fundamentales para proteger la producción pecuaria y la salud pública.
El país ha superado una etapa crítica, pero no puede descuidarse. La vigilancia constante es ahora la mejor defensa.