La reaparición de enfermedades como la tosferina y la fiebre amarilla en Ecuador obliga a las autoridades sanitarias a reforzar de manera urgente las campañas de vacunación preventiva, especialmente en la población infantil.
La pandemia de covid-19 alteró la cobertura del esquema básico de inmunización. La escasez de biológicos y la desinformación sobre supuestos efectos adversos provocaron un descenso preocupante en la aplicación de vacunas dirigidas a niños de hasta cinco años.
Médicos advierten que esa interrupción podría estar detrás del aumento de casos de tosferina en menores. Esto debe abordarse con responsabilidad, pues se trata de enfermedades prevenibles si se actúa a tiempo.
También es necesario considerar a los adolescentes y adultos, quienes requieren refuerzos disponibles, en su mayoría, en el sistema privado. Garantizar el acceso equitativo a estas dosis es parte de la solución.
Las autoridades deben investigar cada caso de contagio infantil para conocer si hubo omisión en la vacunación y por qué razón. Esta información permitirá ajustar estrategias y cerrar brechas en la cobertura.
El país no puede desandar los avances en materia de salud pública. La inmunización es una herramienta comprobada que salva vidas y debe ser una prioridad.