Agosto, para los habitantes de la parroquia Picoazá es sinónimo de fe y devoción. Se conjugan un sinnúmero de actividades alrededor de la Santísima Virgen María de la Asunción.
Este singular derroche de fe, inicia el 31 julio con la entrada de Nuestra Patrona a la parroquia, cantando y vitoreando a Nuestra Sagrada Madre del Cielo; así como la asistencia masiva de miles de feligreses, que, sin importar la inclemencia del sol, caminan junto a la Deidad, a la que le atribuyen milagros y depositan en ella toda la fe del mundo.
Durante 15 días, sus calles se engalanan. Los arreglos, los perfumes al paso de la Virgen no se hacen esperar, los juegos pirotécnicos, que desde muy temprano anuncian al pueblo y al universo, la devoción con la que se camina en busca de un milagro, o en agradecimiento por favores recibidos. Los Priostes, personas que tiene el altísimo honor de rendir pleitesía a la Virgen en el día que le toca, desde el rosario de la aurora hasta las eucaristías, matutinas y la nocturna. Pero el punto central son las estrellas de la Virgen; Esta bella costumbre la implementó el extinto Padre Andrés Krizman, a finales de los años 60, la designación en un principio de 12 estrellas, cada una representaba a los sitios de Picoazá. Gracias a los datos de Don Francisco León Suárez Vera.
Ser estrella de la Virgen para una señorita, es sinónimo de lealtad, de pureza espiritual, un compromiso ineludible, basado en la devoción que se le guarda a Nuestra Señora de la Asunción. Actualmente las niñas y señoritas que deseen tener esta altísima distinción, deben cumplir con algunos requisitos, entre los cuales se destacan el bautismo, la primera comunión y la confirmación.
El Padre Andrés dejó un legado en la comunidad cristiana de nuestra Parroquia, que se van llevando de generación en generación. Las Estrellas de la Virgen después de la misa, en un desfile motorizado, saludan a los habitantes del pueblo, portando un atuendo acorde a la ocasión, con los colores blanco y celeste que representan la divinidad, la fe y la devoción. En su tránsito por las principales calles, se van ofreciendo fundas con caramelos, juguetes, Como mensaje de compartir y que es costumbre el día 14; y el día 15, con una marejada de devotos en la procesión que cierra las festividades de una de las advocaciones de la Virgen María. Bendiciones-