El arroz es un alimento básico y representa un componente importante en la dieta y la seguridad alimentaria de los ecuatorianos.
Se estima un consumo por persona de hasta 50 kilogramos al año. En el país se siembran anualmente más de 300.000 hectáreas (ha.); el 87 % de las mismas en Guayas y Los Ríos. Le sigue Manabí con unas 8.000 ha. El promedio nacional supera las 5 toneladas por ha., obtenidas con la siembra de variedades nacionales generadas mayoritariamente por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) a partir de la década de los 70 por investigadores bajo el liderazgo de Francisco Andrade España (+), y ha continuado ininterrumpidamente hasta ahora, incluso formando materiales para localidades arroceras específicas como la cuenca baja del río Portoviejo y del valle de Charapotó en Manabí, y en la zona de Arenillas en la provincia de El Oro.
Con la finalidad de apoyar a los pequeños productores arroceros para bajar sus egresos y mejorar la productividad, desde 2023 el Fondo Latinoamericano del Arroz de Riego (FLAR) y el INIAP colaboran con el sector privado, recomendando la aplicación de varias prácticas agrícolas partiendo de fechas y densidades de siembra adecuadas, así como la preparación del suelo y una eficiente fertilización.
Meritoria labor de esa gran mayoría de pequeños agricultores, complementada por la agroindustria, como lo son miles de almaceneras y piladoras. El trabajo conjunto de los sectores público y privado ha contribuido para abastecer el consumo nacional, incluso para exportar los remanentes, factor clave en el proceso de la dolarización. Las evidencias de la superación del sector arrocero se ponen de manifiesto en los últimos decenios porque se logró exportar más de 250.000 toneladas de la gramínea, principalmente a Colombia y países centroamericanos, superación que tiene que ver con el empleo de semillas de calidad y la optimización de los costos de producción, desafío que se enfrentó con éxito pese al traumático cambio del sucre al dólar.
Dentro de este contexto, la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), con sede en Guayaquil, está cumpliendo su trigésimo aniversario de fundación y ha publicado un libro conmemorativo de 104 páginas donde se reseña su historia y publica interesante información sobre el desarrollo de la actividad arrocera, destacando su impacto social como fuente de empleo en la costa ecuatoriana.