La reapertura del mercado colombiano al camarón ecuatoriano es un paso positivo que debe convertirse en una estrategia de consolidación regional para el sector exportador.
Este producto es uno de los principales generadores de divisas del país y su prestigio internacional descansa en la calidad y la inocuidad con la que se produce.
La recuperación de un mercado vecino, con exportaciones estimadas en cerca de nueve millones de dólares, representa alivio para productores y dinamiza economías locales.
La decisión colombiana se alcanzó tras un proceso técnico binacional que garantizó estándares sanitarios. Esto demuestra que el diálogo y la cooperación son esenciales para superar barreras comerciales y el país debe aprender de esta experiencia y replicarla en otros espacios donde persisten limitaciones o exigencias más estrictas.
El fortalecimiento de la industria camaronera no depende solo de abrir mercados. Requiere mantener altos niveles de calidad, invertir en innovación tecnológica y reforzar prácticas de sostenibilidad que respondan a las demandas internacionales.
Los avances logrados solo se consolidarán si Ecuador asegura una política de largo plazo para el sector, con apoyo técnico, promoción comercial y seguridad jurídica.