En un lapso de ocho días, entre el 17 y el 24 de mayo de 2025, la Policía desarticuló dos bandas criminales dedicadas a la extorsión en Manta y Portoviejo, provincia de Manabí. Los grupos, que operaban con panfletos amenazantes, disparos y explosivos, exigían sumas de hasta 20.000 dólares a comerciantes. Siete personas, incluido un menor, fueron detenidas.
La Policía ejecutó operativos que desmantelaron dos organizaciones criminales. La primera operación, el 17 de mayo de 2025, culminó con la captura de tres adultos y la vinculación de un recluso. Mientras que la segunda, el 24 de mayo, resultó en la aprehensión de tres ciudadanos y el aislamiento de un menor. Ambas bandas empleaban tácticas idénticas: dejaban panfletos intimidatorios en la madrugada, disparaban contra fachadas y detonaban explosivos para presionar a sus víctimas de extorsión.
Los operativos, liderados por la Unidad Nacional Antisecuestros y Extorsión (UNASE) con apoyo del grupo táctico GEMA, se enfocaron en sectores comerciales clave de Manta, como La Pradera, Eloy Alfaro, El Palmar, Los Esteros, San Juan y el circuito La Fabril, así como en zonas de Portoviejo, incluyendo Picoazá, San Alejo, Pedro Gual, Cinco de Junio y Reales Tamarindos. Esto para desmantelar bandas dedicadas a la extorsión.

Primera banda dedicada a la extorsión
El 17 de mayo, la Policía desarticuló una red que, desde la cárcel El Rodeo en Portoviejo, coordinaba extorsiones contra 14 locales comerciales. Los delincuentes, identificados como Carlos Josué Peralta (23 años), Jhon Steven Linares (19 años), Aaron Samuel Sánchez (19 años) y Yeroví Fernando Guanoluisa (24 años), exigían pagos de entre 3.000 y 20.000 dólares. A Guanoluisa, preso por tráfico de drogas, secuestro y extorsión, lo señalaron como el cerebro de la operación.
Desde el 8 de abril de 2025, los comerciantes vivían bajo constante temor. Los extorsionadores, a bordo de motocicletas, dejaban panfletos en la madrugada o los entregaban personalmente, respaldando sus exigencias con disparos y explosivos. Entre las evidencias decomisadas se encontraron panfletos amenazantes, dinero en efectivo y celulares, que vinculan directamente a los sospechosos con los delitos.

Contexto de inseguridad en Manabí
La provincia de Manabí enfrenta una escalada de violencia ligada al crimen organizado. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2024 se reportaron 1.234 denuncias por extorsión en la provincia, un 15% más que en 2023, lo que refleja la magnitud del problema.
El 24 de mayo de 2025, la Policía ejecutó el operativo Libertad 335, desmantelando otra banda que operaba bajo el mismo modus operandi. Los detenidos, Dilan S. (19 años), Angie S. (25 años) y Feder Andrés O. (18 años), junto con un menor de 17 años identificado como J.A.M.V., extorsionaban comercios exigiendo entre 3.000 y 10.000 dólares. Los criminales, que no registran antecedentes penales, también recurrían a artefactos explosivos y disparos para intimidar.
El operativo, respaldado por meses de investigaciones, incluyó allanamientos en sectores comerciales de Manta. Entre los indicios incautados se encontraron tres artefactos explosivos, cinco celulares, dinero en efectivo y plantas de marihuana, lo que sugiere posibles vínculos con otras actividades ilícitas. Geovanny Naranjo, jefe de la subzona Manabí, destacó que los extorsionadores operaban bajo la modalidad de “vacunas”, dejando panfletos en la madrugada y atentando contra los negocios que se negaban a pagar. (27)