Aunque el terremoto en Rusia no provocó daños directos en Ecuador, sus efectos secundarios ya se sienten en el Pacífico. El Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar) ha emitido una advertencia oficial sobre la llegada de oleaje de alta energía que afectará a la costa continental e insular ecuatoriana entre el 1 y el 4 de agosto de 2025.
“Se exhorta a la ciudadanía y a los navegantes a mantenerse informados a través de los canales oficiales del Inocar”, señala el boletín publicado por el organismo. La institución confirmó que, aunque no hay amenaza de tsunami para Ecuador, sí se esperan condiciones marítimas adversas.
Algunos datos clave del Inocar
El informe técnico emitido por el Inocar establece los siguientes parámetros de comportamiento del mar para los primeros días de agosto:
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Del 1 al 3 de agosto: Estado de mar moderado en la costa ecuatoriana (continental e insular).
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A partir del 4 de agosto: llegada de oleaje con mayor energía, catalogado como mar agitado.
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Se esperan corrientes de resaca, olas más violentas y desplazamientos de agua con fuerza suficiente para representar un riesgo.
Impacto potencial y sectores vulnerables
El Inocar ha señalado que esta situación puede representar peligro para bañistas, pescadores artesanales, embarcaciones menores y operadores turísticos que trabajan en zonas costeras.
La entidad explicó que, aunque el terremoto en Rusia no generó una alerta directa de tsunami en Ecuador, el comportamiento del mar sí responde a eventos sísmicos de alta magnitud, incluso ocurridos a miles de kilómetros. “El riesgo es muy alto, ya que no se comportan como las olas normales del mar. Estas olas, acompañadas de gran energía, pueden avanzar varios metros tierra adentro y causar daños significativos”, subrayó el organismo.
Precauciones para los próximos días
Las autoridades marítimas recomiendan lo siguiente para prevenir accidentes:
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Evitar actividades recreativas en el mar (natación, surf, motos acuáticas) durante los días de mar agitado.
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Seguir los boletines oficiales del Inocar y los COE cantonales.
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Mantenerse alejados de zonas rocosas y desembocaduras de ríos.
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Estar atentos a cambios súbitos en el nivel del mar, una señal típica de corrientes fuertes.
Las playas con mayor presencia turística como Manta, Salinas, Atacames, Tonsupa, Montañita y Puerto López, podrían experimentar oleajes más intensos debido a su exposición oceánica directa.
Un fenómeno natural que requiere vigilancia continua
Ecuador se encuentra en una zona sísmica activa, conectada a través de la Placa de Nazca, por lo que cualquier movimiento sísmico en el Anillo de Fuego puede tener consecuencias indirectas. En casos como este, el impacto se manifiesta en el comportamiento del oleaje más que en el movimiento telúrico mismo.
El país cuenta con un Sistema Nacional de Alerta de Tsunamis liderado por el Inocar, que actúa de manera preventiva ante eventos globales. Aunque Ecuador no ha sufrido consecuencias directas por el reciente terremoto en Rusia, las autoridades han reiterado que el monitoreo oceanográfico es esencial para la seguridad costera. El oleaje anómalo previsto entre el 1 y el 4 de agosto debe ser tomado con seriedad por la población y los sectores turísticos.