En el distrito de Manta, Montecristi y Jaramijó, cinco adolescentes y tres niños han sido asesinados en lo que va de 2025, víctimas colaterales de la ola de violencia.
El primer caso que marcó esta trágica tendencia fue el de Nahomy Zulay Cantos Cantos, una adolescente de 17 años, cuyo cuerpo fue hallado abandonado en la vía hacia el fallido proyecto de la Refinería del Pacífico.
La Policía informó que presentaba múltiples impactos de bala y que el crimen ocurrió en la noche del 31 de enero.
Hasta la fecha, no hay avances significativos en la investigación, lo que genera incertidumbre entre los habitantes de la zona.
Masacres que estremecen a Manta
En febrero, la violencia escaló con una masacre en la urbanización Sí Vivienda, donde tres adolescentes —Anthony Jesús Macías Thompson (17), Jackson Emanuel Molina Macías (17) y Michael Brow Cedeño Cabrera (16)— fueron asesinados junto a otra persona en un ataque armado que dejó nueve heridos.
Un día después, la Policía detuvo a tres hombres tras un doble asesinato en la ciudadela 20 de Mayo, señalándolos como presuntos autores de la masacre. Sin embargo, el proceso judicial sigue en curso y no se han revelado mayores detalles.
El último adolescente asesinado tenía 16 años. Su crimen se dio la noche del 26 de marzo en el parque Saturnino López, en el barrio Los Esteros.
El ataque, ocurrido en la intersección de la calle 119 y la avenida 102, se suma a la lista de crímenes. La Policía aún no ha identificado a los responsables, y el caso permanece bajo investigación.
Niños en la línea de fuego
La violencia no ha respetado edades más tempranas. Tres niños han sido víctimas fatales este año en Manta.
El primero, Jimmy Mera, un bebé de cinco meses, murió en un ataque en la vía Circunvalación en enero.
El 14 de febrero, Ana Leal, de tres años, perdió la vida en una balacera en el barrio El Progreso. Y el más reciente, Liam Vivas, murió el 25 de marzo en el barrio 15 de Abril tras recibir disparos.
Ninguno de estos casos cuenta con detenidos.