Los problemas se han registrado en Portoviejo, Chone y Paján. El caso más reciente sucedió en la ciudadela Los Rosales, de Portoviejo, donde moradores denunciaron que el zinc de sus casas se desprendió con vientos de mediana intensidad, además una vez en el suelo comprobaron que el material era de pésima calidad y se cortaba con cualquier elemento. Luego se determinó que el material no era el que se estipula en el convenio con los contratistas En Chone, en la ciudadela Jorge Gallardo los moradores denunciaron que el hierro y las bases de cemento de las villas son de mala calidad, algo similar sucedió en la ciudadela Las Tres Marías, de Paján. Medidas Yandri Brunner, director provincial del Miduvi, dijo que confeccionan una lista en la que pondrán a todos los contratistas “que están haciendo quedar mal al Miduvi” para que no vuelvan a recibir ningún contrato. Reconoció que de 400 contratistas que tiene en todo Manabí, habrá unos 8 a 10 que no hagan las cosas como se deben. El de la ciudadela Los Rosales es Marcos Morán a quien le exigieron que cambiara el zinc de las casas afectadas por el viento, aunque las restantes viviendas construidas por él en ese lugar siguen con el mismo techo, según moradores. También señaló que ante la gran cantidad de casas construidas en Manabí (26.000 hasta ahora) en muy difícil que los técnicos del Miduvi lleguen a cada sector a inspeccionar casa por casa, por ello anunció que han contratado a 100 profesionales entre ingenieros civiles y arquitectos para que ellos se encarguen de fiscalizar las casas y los técnicos del Miduvi serán los supervisores. A los profesionales contratados les cancelarán el 3,5 por ciento del monto total del proyecto. No firmar actas si no están conformes Los afectados denunciaron que los contratistas en su afán de obtener más ganancias irrespetan especificaciones técnicas y ponen material de menos calidad y valor. En Los Rosales, el zinc que debía ser de 0,23 milímetros de espesor bajó a 0,18. En otras viviendas las puertas y el hierro son malos, dijo Yandri Brunner. Explicó que los dueños de casas tienen en sus manos una herramienta para evitar que los contratistas "les metan gato por liebre" y es firmar un acta de entrega provisional al contratista. Explicó que si el beneficiario no está satisfecho con el trabajo no debe firmar, más bien debe pedirle al constructor que solucione el problema. Agregó que cada técnico que ejecuta un proyecto debe dejar una garantía económica en el Miudvi la cual es de 2.000 dólares y la retira cuando entrega todas las actas de recepción provisional de los beneficiarios.