Desde la mañana hasta la tarde se mantuvo la aglomeración de personas ansiosas de ser atendidas, en especial madres y padres que llevaron a sus pequeños hijos con distintas afecciones, sean labios leporinos, paladares hendidos o quemaduras. Para atender a este grupo prestaron su contingente una treintena de integrantes del Club Rotario y Rotaract, complementando el accionar de la media docena de especialistas nacionales y extranjeros de Interplast y Rostros Felices, cuyo programa de cirugías para esta oportunidad, en Portoviejo, lo preside Childerico Cevallos. Justamente él explicó que la evaluación de ayer fue de carácter integral, donde cirujanos analizaban primero casos de labios leporinos, paladares hendidos, cicatrices por quemaduras y, si procedía, era inminente una revisión por los ortodoncistas; luego, dependiendo de la prescripción de los médicos se repartían medicamentos, tales como antibióticos, antigripales, vitaminas y otros. José Gregorio Rivas, de 16 años, fue remitido al área de ortodoncia, donde aguardaba el estadounidense Haskell Gruber, quien desde 1965 efectúa estas labores sociales en la fuerza aérea de su país y desde 1980 en Interplast. También estaba George Knight, laboratorista de placas, y la ortodoncista ecuatoriana Elsie Tafur, quien acudirá cada mes a Portoviejo a realizar revisiones periódicas a pacientes evaluados ayer. Rivas debe concretar una ortodoncia antes de pretender que le hagan la cirugía a la nariz que desea. Lo mismo Jesús Gavilanes, de 4 años, para una palatoplastia (reconstrucción de paladar).