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MANTA
Madres, esposas e hijos comparten el dolor por sus seres queridos

El dolor es intenso y nada lo calma. Ayer, en cinco domicilios de Manta no había consuelo para los familiares de los 5 estibadores que murieron por inhalación del gas amoníaco.

Viernes 21 Noviembre 2008 | 21:50

Ellos serán sepultados hoy, mientras 4 parientes y amigos -los hermanos Miguel y Sebastián Pinargote Ostaiza, Francisco Alay Prado y Juan Chávez- luchan por sobrevivir en una clínica de Guayaquil, adonde fueron trasladados la tarde de ayer, en 4 ambulancias. Otros 5 estibadores permanecen en cuidados intensivos en la Clínica del Sol, con pronóstico reservado. Sin esperanzas Los médicos del área de cuidados intensivos del hospital indicaron que el estado de Juan Chávez es el más crítico. Los 4 traslados tienen afectados sus órganos vitales por el amoníaco. Los familiares y amigos de ellos y los otros hospitalizados permanecieron en las salas, rogando para que ocurra un milagro. Hermanos Florencio Pinargote y Angelita Ostaiza, padres de Miguel y Sebastián Pinargote, están destrozados, y desesperados, porque saben que la vida de sus vástagos pende de un hilo. Por la arrugada cara de Florencio, cuya fragilidad es evidente, las lágrimas no dejan de rodar. Otro de sus hijos, Jorge Pinargote, los acompañó porque la edad de sus padres no les permite hacerlo. “Me siento destrozado, no sé qué hacer, pero por mis padres necesito ser fuerte”, dijo llorando mientras esperaba la llegada de la ambulancia que lo llevaría con sus hermanos en busca de una curación incierta. Ángela Chávez, esposa de Juan Chávez, no encontraba consuelo. No cesaba en sus ruegos para que su esposo, el hombre que ama, se salve para poder continuar la vida que planearon junto con los hijos que aún no han llegado. Similar situación vivía los familiares de Francisco Prado. La incertidumbre es terrible para ellos, pero su esperanza de recuperar a su hijo es mayor. Mercedes Chávez García, madre del fallecido Carlos Rivera Chávez, dijo que no sabía qué hacer, ya que no se puede dividir en dos. Ella no sólo perdió a su hijo Carlos sino que tiene a su otro hijo, Juan Rivera, ingresado en el nosocomio bajo pronóstico reservado. Otros parientes de Andrés Virgilio Prado, Javier Ávila Rodríguez, Fernando Roca, Wilmer Mendoza Vera y Walter García Solórzano no se descuidan de su salud. No les preocupan los gastos, que está cubriendo la armadora. Sólo quieren que ellos hablen, vuelvan a sonreir, olviden la tragedia y se reintegren a sus actividades, pero no en barco... Hoy serán sepultadas las víctimas Ayer en medio del dolor de sus padres, esposas e hijos eran velados las cuatro personas que murieron, casi de manera instantánea en el accidente que ocurrió en el barco Andrea F, el miércoles, al romperse una cañería que trasportaba gas amoníaco. En el barrio 15 de Septiembre se velan dos de las víctimas mortales. Estos son José Pastor Rivera (48), quien deja cinco hijos, procreados de su compromiso con Paula Laina. Esta mujer además de perder a su esposo, tuvo que soportar la pérdida de su hermano José Francisco Laina Flores y a su yerno Carlos Rivera, éste último lo estaban velando en el barrio Los Geranios. En la parroquia Eloy Alfaro, barrio Santa Ana, lloraban por la muerte de Luis Alberto Marcillo Giler, quien deja a una niña huérfana. A Richard Prado, casado con Miriam Zambrano, lo velaban en el barrio Miraflores, por la avenida 4 de Noviembre. Los fallecidos serán sepultados hoy, en diferentes horarios. Paula Laina dijo que sí están recibiendo la ayuda de los patrones de su esposo, señalando que tenía más de cuatro años trabajando para Óscar Cobeña. Este último nombrado también salió lesionado al aspirar gas amoníaco. Se recupera en la clínica del Sol.
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