Fue duro el camino sobre todo cuando no se dieron los resultados en la segunda etapa y surgieron los problemas con un sector de la prensa deportiva, que hoy rinde pleitesía a quienes han escrito una página memorable para el fútbol portovejense y manabita. Bien por los dirigentes visibles, Freddy Navia, Pedro Cedeño y Joselo Tapia, que supieron aguantar la avalancha de críticas, muchas de ellas incluso violando la ética profesional tocaron aspectos personales, incluso se llegó a pedir la salida del cuerpo técnico, pero la dirigencia se mantuvo firme en el respaldo a Oswaldo Morelli y Rafael Pischitello, profesionales argentinos que con trabajo y disciplina alcanzaron lo que fue esquivo por ocho años. Nuestro homenaje a todo el plantel que fue unido y solidario ya que cuando fueron ofendidos, alzaron su voz de protesta en defensa de sus derechos. Hoy las aguas han vuelto a la normalidad, y debemos de tomar muy en cuenta las palabras del defensa César Morante, quien luego del triunfo sobre el Manta habló para la prensa, pero tuvo serios cuestionamientos a los periodistas deportivos, y dijo que sólo con una prensa unida y sensata podrá ser parte positiva en el futuro Liga, equipo que a su juicio puede ser una institución tan grande como Barcelona, Liga de Quito y Emelec, que tiene lo que a muchos clubes aun grandes les falta, que es la afición. Alcanzada la meta de llegar a la serie de privilegio, el reto que se viene es mayor, por ello los dirigentes actuales deben buscar apoyo en otros manabitas que tengan la misma mística de trabajar por el equipo, porque la serie A, se triplica el presupuesto y se necesitan muchas personas que vayan a ser parte de la estructura pero para trabajar y no figurar. Pero para que el éxito sea completo, se espera que el próximo sábado Manta FC, alcance también el pasaporte para la serie grande y que la dirigencia de los dos equipos logren armar equipos con aspiraciones de al menos mantenerse en la categoría de privilegio, y no ser ascensores.