Aplaudo y aplaudiremos todos porque por fin se puso al descubierto a los autores directos e indirectos de esa masacre sin nombre; tres familias lloran aún la desaparición prematura de estas personas, pero también poco a poco está llegando paz en sus corazones y resignación ante lo acontecido, porque está preso su verdugo. Felicitaciones a la Policía Nacional por el empeño puesto para resolver este caso, están demostrando que sí se puede lograr resultados cuando existen buenas intenciones de ayuda a la sociedad tan golpeada por el azote delincuencial, protegida infamemente por inmorales y desadaptados sociales que formaban parte de sus filas. Falta solo completar el trabajo capturando al mentalizador de esta barbarie para que Stefano pueda descansar por siempre en paz. Ejemplo de perseverancia, amor filial, unión familiar nos dieron sus padres y hermanos, quienes lograron por su tenacidad y constancia permanente que las autoridades pertinentes se preocuparan de investigar para atar cabos sueltos y lograr sindicar a los presuntos delincuentes que terminaron con tres vidas jóvenes. Mi solidaridad para cada uno de ellos, lograron que se haga realidad sus deseos; ahora toca al fiscal y juez de la causa sentenciar con el máximo de la ley al brazo criminal y todos los implicados. Se que estás leyendo esta nota mi adorado sobrino NINGO, por eso aplaudo contigo que tu muerte no quedó en el olvido como las de tantos ciudadanos en el Ecuador.