Según el informe pericial de la autopsia, la muerte de Mieles Saltos fue a consecuencia de un traumatismo cráneo encefálico y no por la ruptura de un vaso por la hipertensión arterial (aneurisma). Además, presentaba hematomas en la espalda, talones y glúteos. El juez también dictó el auto de llamamiento a juicio, el mismo que queda suspendido hasta que los acusados, quienes se encuentran prófugos sean aprehendidos. Los hechos Sandro Mieles ingresó a la clínica de rehabilitación Súmate, ubicada en la ciudadela Primero de Mayo, sector San Cristóbal, pero al día siguiente de haber ingresado, es decir, el 24 de diciembre del 2007, sus familiares recibieron una llamada de Alfonso Padilla, director de la clínica, informándoles que se había caído y que lo fueran a retirar, porque la clínica no se hacía responsable del estado de salud. Al llegar, lo encontraron sobre el piso botando sangre por la boca. Al llevarlo al hospital quedó en estado de coma. Los sospechosos en sus versiones indicaron que Mieles había convulsionado y golpeado la cabeza. El juez explicó que conforme a lo analizado en los resultados de la Instrucción Fiscal, se desprenden presunciones graves y fundadas en contra de los imputados, en grado de presuntos autores de la infracción tipificada en el art. 450 que señala el asesinato. La clínica funcionaba sin permiso. ES ASESINATO En la etapa de la investigación se determinó que los golpes que provocaron la muerte de Sandro Mieles fueron provocados en el interior de la clínica, eliminándose la posibilidad de una caída. El delito es asesinato.