Ecuador expresa el "interés de avanzar en sus relaciones con los países europeos en el marco de un acuerdo que incluya diálogo político y cooperación, además de una relación comercial justa y equitativa". Para el gobierno del presidente Rafael Correa, el acuerdo en el que pretende avanzar con la UE debe ser respetuoso "con las sensibilidades y políticas de desarrollo del Ecuador". Ecuador, que ejerce la presidencia de la CAN, recordó que tanto Colombia como Perú ya habían expresado esa posición de negociar bilateralmente con la UE antes de la cumbre que tuvo lugar en Guayaquil el pasado 14 de octubre. Antes de la difusión del comunicado de la Cancillería, el ministro coordinador de la Política Económica de Ecuador, Pedro Paez, declaró a Efe que cree que la Unión Europea no negocia con Ecuador por el rechazo de este país a la directiva de retorno de los emigrantes que adoptó Bruselas el pasado junio. Según Paez esta decisión es contraria a lo que se "acordó en la Cumbre de Lima" el pasado mayo entre los países miembros de la CAN y representantes de la UE, donde se concluyó que la negociación sería de "bloque a bloque". El ministro añadió que pese a esta decisión de Bruselas, "no hay que cerrar la puerta al diálogo y ahora, más que nunca, en medio de esta crisis internacional, es fundamental inaugurar un nuevo tipo de relaciones norte-sur". Por su parte, el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peñaherrera, calificó de "golpe" la propuesta de la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner. "Era completamente previsible", dijo Peñaherrera en entrevista telefónica con Efe al asegurar que ello se debe "a las declaraciones y acciones adoptadas por la Cancillería" y al subrayar que "indudablemente" se trata de un "golpe" para el comercio exterior de este país andino. Peñaherrera expresó su esperanza de que la Unión Europea acepte negociar bilateralmente con Ecuador pese a que la comisaria europea ha presentado su propuesta para avanzar en el acuerdo de asociación con Bogotá y Lima. EFE