En una declaración escrita, el gobernador pidió hoy a los neoyorquinos que se unan a sus condolencias por la muerte de Lucero. Lucero y otro inmigrante, que consiguió escapar y avisar a la policía, fueron atacados el sábado por la noche por un grupo de siete adolescentes cerca de una estación de ferrocarril en Patchogue, según fuentes policiales. Los siete jóvenes, de 17 años menos uno de 16, comparecieron hoy ante la justicia, donde la fiscal adjunta del distrito, Nancy Clifford, presentó cargos contra ellos, los cuales se declararon todos no culpables, dijo newsday.com. La fiscal señaló que el sábado los siete salieron a las calles "determinados" a encontrar víctimas de origen hispano, lo que fue negado por algunos de los abogados defensores que dijeron que no hubo nada premeditado. Jeffrey Connor, al que se considera el autor de la puñalada que le costó la vida a Lucero, quedó detenido sin fianza como acusado de un homicidio de primer grado, mientras que los otros seis, uno de ellos José Pacheco de origen hispano, fueron acusados de asalto en grupo y deberán pagar fianzas de 150.000 a 250.000 dólares en efectivo para quedar en libertad. En su declaración escrita, Paterson calificó la agresión contra los dos inmigrantes de crimen por motivos raciales. "Este acto desgraciado nos ultraja a todos", dijo el gobernador de Nueva York. Paterson consideró que "este ataque cobarde y sin sentido por parte de adolescentes" no es algo tolerable. El estado de Nueva York, aseguró el gobernador, tiene "cero tolerancia" ante ese tipo de agresiones, por lo que pidió a las autoridades que apliquen a sus autores "todo el peso de la ley". Marcelo Lucero era un "hombre pacífico", dijo su hermano Joselo Lucero, en una entrevista difundida también por el diario de Long Island. Según su hermano, el fallecido trabajaba desde hace años en el sector de la limpieza en seco, no estaba casado ni tenía hijos y su madre vive en Ecuador.