Fdrente a la imagen, lo primero que hizo Hurtado fue tomar el manto azul que la cubre y frotar con esta prenda sus ojos, su rostro y sus manos. “Tan linda que se ve. Ella es todo en la vida”, dijo el hombre de 85 años que dejó de laborar en la agricultura porque sufre ceguera. “Me estoy quedando ciego, pero por la fe que le tengo a la Virgen sé que no voy a perder la visión. Me han operado tres veces y veo mejoría porque constantemente le rezo a mi madrecita”, comentó Hurtado. Jhon Pillajo viajó más de 12 horas, desde Muisne de Esmeraldas hasta Montecristi. Acompañado de sus dos hijos (Marilis y Erick) y su esposa Jessica Quiñones, Pillajo se arrodilló frente a la imagen y oró agradeciendo por un favor que, asegura, le concedió. “Estuve enfermo y por muchos años no tuve recuperación, pero un familiar me trajo a Montecristi para orarle a la Virgen de Monserrate y hoy estoy sano”, señaló Pillajo. Desde Portoviejo, Jimmy Acosta llegó hasta la Basílica Menor en compañía de su esposa y tres hijos para persignarse. Lo hace continuamente porque ella, según dijo, ha bendecido su matrimonio por más de 15 años. “Aquí, frente a la Virgen de Monserrate, le pedí matrimonio a mi esposa Zoila Vera y aún seguimos juntos”, afirmó con orgullo el portovejense que trabaja como pintor. Estos son tres testimonios de fe, de entre miles de personas que llegan cada año hasta el santuario de la Virgen de Monserrate. Novena La festividad principal es el 21 de noviembre. Desde nueve días antes se realizan actos religiosos por la fecha. Durante estos días, los fieles católicos llegan a Montecristi. Unos lo hacen caminando y otros en carro. Aparte del rezo los feligreses llevan regalos como mantas, alhajas, velas y hasta dinero. Hay quienes le atribuyen milagros y cumplen mandas (sacrificios a cambio de favores). La imagen de la Virgen de Monserrate fue entregada por el emperador Carlos V de España, en el siglo XVI, para que la llevaran a Lima, Perú, donde era su destino. La imagen llegó acompañada por otra de santa Rosa. La historia cuenta que ambas figuras llegaron a Manta en un bergantín español. La imagen de santa Rosa fue dejada en Montecristi y la de la Virgen de Monserrate siguió hata Lima. El barco que trajo las imágenes navegó el día y la noche y amaneció nuevamente en Manta. El fenómeno se repitió por algunos días hasta que los tripulantes dedujeron que Monserrate se quería quedar e hicieron el cambio de imagen. 80.000 DÓLARES Esta cantidad se recaudó el año pasado en las festividades religiosas de la Virgen de Monserrate. 6 misas Se han programado realizar esta cantidad de misa diariamente durante la novena religiosa. fe Muchos creyentes en la Virgen de Monserrate, como Luis Hurtado, toman el manto de la imagen y se frotan el cuerpo. También se persignan y oran frente a la efigie. ventas En los alrededores de la Basílica Menor se venden objetos religiosos de la Virgen de Monserrate. También adornos navideños y otras reliquias. Arzobispo se traslada a Montecristi A partir de mañana, el arzobispo de Portoviejo, Lorenzo Voltolini, trasladará su residencia en forma temporal hacia el santuario de Montecristi para vivir de cerca la festividad religiosa. Lo acompañarán algunos vicarios de la provincia. La iglesia católica en Montecristi atraviesa por problemas desde hace varios días. El párroco, Reynaldo Franco, fue acusado de irregularidades por un grupo de creyentes que pidieron su salida. Frente a esto, la semana anterior se decidió dar al sacerdote una licencia de un mes para que esté fuera de la parroquia, mientras se decide si permanece o no frente a la iglesia en el cantón. La parroquia eclesiástica fue encargada a Geovanni Mera, vicario zonal, quien junto con monseñor Ismael Jaramillo coordinará las celebraciones de las fiestas patronales. La Arquidiócesis informó que, como no hay elementos serios que sustenten las denuncias, Franco sigue gozando del aprecio del arzobispo.