El juez John Schlesinger, de Orlando, Florida, dictó sentencia de cadena perpetua a Michael Hernández, adolescente declarado culpable de matar a apuñaladas a un compañero de su clase en febrero del 2004. El juez de circuito dictó la sentencia a Hernández por intento de asesinato de Jaime Gough, compañero de clase a quien llevó al baño y apuñaló unas 40 veces hasta dejarlo sin vida. El asesinato de Gough en febrero del 2004 conmocionó a la comunidad de Miami por la brutalidad y la sangre fría con la que Hernández actuó cuando ambos tenían 14 años de edad.