Patricio Mora, director regional de Marina Mercante y capitán del Puerto de Manta, dijo que igual número de naves han sido desplazadas a Esmeraldas, Puerto Bolívar y Salinas como parte del proyecto de Soberanía Energética que busca frenar la fuga de combustibles por la vía marítima. Con las embarcaciones se reforzará, además, el control contra el narcotráfico y el coyoterismo. Mora dijo que para completar la parte logística sólo falta la instalación de los chips satelitales en la flota pesquera y especialmente en los barcos artesanales, cuyos armadores han planteado que sea el gobierno el que financie los equipos. Solo inteligencia Las naves fueron mostradas ayer a los periodistas, quienes conocieron las bondades de las lanchas tras el recorrido de media hora que realizaron en alta mar. Sobre todo se evidenció la velocidad que aplican para las operaciones de intercepción de otras embarcaciones. Jorge López, subcomandante de la Capitanía del Puerto y responsable de la operación de las lanchas, dijo que éstas no recorrerán el perfil costero sino que se internarán en alta mar por trabajos de inteligencia y exploración. Las lanchas interceptoras tienen un alcance de operatividad o radio de acción de 300 millas náuticas. A esto se suma la velocidad máxima de 54 nudos de recorrido. Tienen una slora (longitud) de 2 metros y una manga (ancho) de 280 metros. Cada una estará tripulada por cuatro hombres: un comandante de la operación, dos navegantes y dos elementos de seguridad. El oficial López dijo que las 2 naves trabajarán coordinadamente cuando se intercepten embarcaciones para asegurar el éxito de la neutralización en los operativos que les toque ejecutar. También se destacó el hecho de tener una línea telefónica de auxilio marítimo, esta es la 149, para que la comunidad en tierra o los propios navegantes denuncien los ilícitos que se estén suscitando en aguas profundas, señaló. La construcción de la plataforma flotante para el acoderamiento de las lanchas guardacostas está en proceso de licitación.