Las mujeres aspiran menor cantidad de pitadas y menos profundas que los hombres, una diferencia que, más allá del “estilo” de género, se traduce en que ellas introduzcan niveles inferiores de monóxido de carbono (CO) en su organismo. Así se desprende del informe de la Unión Europea Help Comets, presentado este jueves en Madrid, que refleja que las mujeres fumadoras tienen una media de 15 partículas de CO por millón (ppmm), mientras en los hombres fumadores esa cifra asciende a 17,8 ppmm.