Imagen de una portada de un comic de la editorial Planeta DeAgostini. Mientras que el cine y la literatura ya han caído rendidos ante el atractivo con el que la Cosa Nostra tiñe sus historias, ahora es el cómic el que acepta la fascinante oferta de la mafia. Se encuentra entre el amargo realismo de Brancaccio y la ambientación de Spaguetti Bros.