La Policía investiga quiénes fueron los autores del ataque y el motivo. Los lazos entre el Vaticano y el patriarcado ortodoxo ruso son tirantes desde hace tiempo en Rusia, pero las autoridades dijeron que ese no parecía el motivo. El secretario de la Conferencia de Obispos Católicos Rusos, Igor Kowalewski, dijo que los cadáveres de los religiosos fueron hallados en la noche del martes pasado en un departamento en la elegante calle Petrovka, en el centro de la capital. Fueron asesinados brutalmente, agregó. Dijo desconocer amenazas contra las víctimas: Víctor Betancourt, oriundo de Ecuador, y Otto Messmer, ruso que lideraba la orden jesuita del país, registrada como la Región Rusa Independiente de la Sociedad de Jesús. El padre Víctor, que ingresó en La Compañía de Jesús en 1984, trabajaba en Rusia desde el 2001, donde se dedicaba a preparar a los candidatos a ingresar en la orden religiosa, y desde el 2008 representaba a la organización ante el Instituto de Filosofía, Teología e Historia de Santo Tomás en Moscú. El religioso Federico Lombardi, vocero del Vaticano, contó que los sacerdotes al parecer fueron asesinados con objetos contundentes. Acotó que Betancourt, de 42 años, habría muerto el sábado. “No se presentó como de costumbre para oficiar la misa el domingo y se supuso que estaba enfermo”, indicó. En tanto, Messmer, de 47 años, regresó el lunes por la noche a Moscú tras un viaje a Alemania, indicó el Vaticano. Otro jesuita, preocupado de que no se supiera nada sobre los dos, fue a la residencia de ambos, halló los cuerpos exánimes y llamó a la Policía. El Comité Investigador ruso dijo que los cuerpos se encontraron en un departamento que posee la filial rusa de La Compañía de Jesús, como se conoce formalmente a la orden jesuita. El edificio está en la misma calle que la central de Policía.