"Estoy seguro de que podemos paralizar el país. Estamos viendo ventajas y desventajas. En estos días hay reuniones en las bases para tomar decisiones", dijo Santi a la prensa local. Añadió que su principio "es que debe haber un proceso de diálogo marcado por la justicia, la equidad y el derecho al reclamo". Consultado sobre la conveniencia de que unos dirigentes hablen de "tumbar" el Gobierno, Santi señaló que no es el momento para pensar en aquello. "Por el momento nosotros no vamos a caer en el juego de tumbar gobiernos. Después de la rotura del diálogo hemos dicho que vamos a hacer presencia en la (Asamblea) Constituyente porque ésta no debe obedecer las órdenes del presidente (Correa)", añadió. El movimiento oficialista Acuerdo País acapara 80 de los 130 escaños posibles de la Asamblea, que redacta una nueva Carta Magna. Santi señaló que aún tienen fe en que la Asamblea "va a cambiar el país". Según Santi, la Conaie se ha prestado para defender los intereses de la nación, "pero la sociedad ecuatoriana y los intelectuales no son congruentes". "La Conaie ahorita puede levantarse para defender la soberanía, la especulación, pero también necesitamos que otros sectores lo hagan. Levantémonos todos", subrayó Santi. Correa asegura que promueve el llamado Socialismo del Siglo XXI, pero para Santi el jefe de Estado "obedece al gran monopolio enquistado en el poder. Es mentira que existe socialismo, él es un neoliberal", señaló. La Conaie mantiene un pulso con Correa debido su negativa de acoger una petición indígena para atar la explotación minera al consentimiento de las comunidades. Correa se lamentó ayer de lo que él considera "miopía política" de ciertos dirigentes de la Conaie, agrupación que el pasado martes se declaró en oposición abierta al Gobierno. "Qué triste esa miopía política", dijo Correa en su programa semanal de radio al referirse al anuncio de los indígenas de que no descartan un levantamiento a nivel nacional en contra de las políticas del Gobierno, en especial las relacionadas con la explotación de los recursos naturales. El jefe de Estado dijo que no permitirá que un grupo, "por sufrido que haya sido, por postergado, etcétera, quiera imponer una agenda a la grandes mayorías". Correa señaló que el jefe de Estado debe tomar grandes decisiones en favor "del bien común" y añadió que "primero se va a la casa antes que aceptar eso", en referencia a la petición de la Conaie de atar el proceso de explotación minera a criterio exclusivo de los indígenas. La cifra de indígenas en Ecuador no es muy precisa y los cálculos van desde el 10 por ciento de algunas estadísticas oficiales al 35 por ciento que señalan algunas organizaciones de los casi 14 millones de ecuatorianos. El pasado miércoles el Movimiento Popular Democrático (MPD), de izquierdas, pidió a la Conaie "no hacerle el juego a la derecha" al declararse en oposición al Gobierno. El director nacional del MPD, Luis Villacís, dijo que en este momento se requiere mayor unidad para luchar contra los "verdaderos enemigos del pueblo" que, a su criterio, son "el Gobierno de Estados Unidos, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y la derecha ecuatoriana". Por ello, Villacís indicó que se debe mantener la unidad del pueblo y evitar fragmentaciones como las que podrían darse con la decisión de la Conaie. El MPD, que apoya al Gobierno, considera que el enemigo del pueblo es el sector que no desea los cambios, así como "todas las expresiones de neoliberalismo encarnados en dirigentes de la derecha ecuatoriana", agregó Villacís.