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Estimada Señorita María Paula Romo
J. J. Illingworth a María Paula Romo

Yo sí conocía que a pesar de haber nacido en Quito, usted, por el 100% de su legado familiar y por 12 años de niñez y juventud, era "provinciana". Sin embargo, usted es asambleísta por Pichincha, no por Loja, estudió en una universidad "pelucona" de la Capital, como es la San Francisco de Quito y salta a la vista que ha escogido desarrollar su vida profesional en la Capital.

Viernes 16 Mayo 2008 | 17:01

En base a este conocimiento es que cerré mi artículo con la frase: "quizás el amor la reconvierta en provinciana (en alusión a que antes ya lo fue) y deje de ser capitalista! ", pues en el fondo, más allá de su nacimiento, su formación espiritual y cultural de base le fue dada por sus padres, provincianos ambos; aunque por sus opciones de vida usted ha preferido convertirse en "capitalista", al igual que Oswaldo Hurtado, Andrés y Carlos Vallejo y tantos otros "chagras" que quisieron "lavar" su origen provinciano haciendo méritos ante la quiteñidad para obtener el reconocimiento y la curación a la frustración que deja la discriminación social de la capital. De allí que usted se sienta obligada a atacar la propuesta "provinciana" de que Manabí asuma el derecho y responsabilidad de ser la sede del Poder Legislativo, cosa impensable para cualquier centralista. ¿Con qué argumentos?, con el de evitar una supuesta "distracción", es decir sin entrar en el tema sino más bien evitándolo, como hacen los toreros en la Capital.Es verdad que este método les permite a los toreros terminar luego asestando la espada en el corazón del animal, como seguramente hará usted cuando vote en contra de esta propuesta y de todo lo que tiene que ver con Autonomías, especialmente con la Autonomía financiera y presupuestaria, y de tal suerte que no se cambie el viejo sistema centralizador y que es el que tiene a Loja y a todas las "provincias" (pro-vinctias) bajo el régimen de las "vencidas", sistema que considera al petróleo y al presupuesto del Estado como "plata quiteña" que debe ser manejada por quiteños y no por y para todos los ecuatorianos. Si usted se hubiera quedado en Loja estudiando derecho, probablemente nunca hubiera obtenido una beca para ir a España, como asumo yo que usted la obtuvo para disfrutar de una estancia en un país que salió del subdesarrollo gracias a las Autonomías de sus regiones. Seguramente usted también es partidaria de que los miles de becas que entregan las embajadas y el IECE se sigan asignando a quienes son quiteños o han dejado sus provincias para convertirse en "capitalinos", como lo demuestran las cifras estadísticas que yo mismo ayudé a generar desde el INEC (73% de becas para "quiteños"). ¿Porqué la alusión a un "mozo manabita"?, no por sexista, sexista es reclamar el derecho al goce para la mujer y no también para el hombre. Sexista es el feminismo, que toma partida por un sexo en vez de ver al hombre como Dios quizo: "Mujer y Hombre los creó" (cada cual con su rol). Pensé que usted está tan comprometida con el "capitalismo" que sólo encontrar una pareja provinciana puede en la práctica sacarla de ese "autismo", de ese ensimismamiento que significa ser quiteño de pensamiento ("El Poder en nuestra Capital"). Porque sólo el amor tiene la posibilidad de ganarle al egoismo que todo quiere para sí. Sólo viendo el mundo (y en particular legislando) desde "Provincias" es que se puede curar esa enfermedad y tara antidemocrática que se llama CENTRALISMO, centralismo en las decisiones y en la aplicación de los recursos públicos que, esos sí, son DE TODOS. María Paula, ojalá cambie usted de opinión, ojalá se reconecte usted con su verdadero ser original, para que sus posiciones sean por la reivindicación de las provincias, antes que, por una especie de "Síndrome de Estocolmo", se siga usted identificando con las tésis de los secuestradores que han raptado la democracia y las provincias para quedarse con el jugoso rescate del petróleo, el presupuesto del estado y las decisiones en materia de administración pública. Cordiales saludos Juan José Illingworth Niemes
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