"El problema de Ingrid y de todos los secuestrados está en el corazón del Gobierno ecuatoriano", afirmó Astrid, que se entrevistó con Correa junto al hijo menor de Ingrid y al ex marido de ésta. Astrid no precisó la naturaleza de los contactos entre Quito y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero recordó que Ecuador ya los había mantenido hasta que en marzo pasado el Ejército de Colombia mató en una operación militar al número dos de la guerrilla Raúl Reyes. La familia de Betancourt consideraba a Reyes como el interlocutor de las FARC tanto con Ecuador como con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que durante meses encabezó una misión mediadora hasta que fue desautorizado por su homólogo colombiano, Álvaro Uribe. Astrid aseguró que "el Gobierno de Ecuador estaría dispuesto a reconocer el estatus de beligerancia" de la guerrilla si "liberan a todos los rehenes civiles, se comprometen a no volver a secuestrar y a respetar en derecho internacional humanitario". Correa, que en la actualidad trata a las FARC como un grupo "irregular", ha declarado en varias ocasiones su disposición a considerarles beligerantes si respetan las normas del derecho internacional, lo que pasa por la liberación de los rehenes civiles. Además de a Betancourt, la guerrilla colombiana mantiene retenidos a otros tres civiles estadounidenses. Esta nueva vía de negociación fue relanzada tras la reciente visita que hizo a América del Sur el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, y cuenta con el apoyo de Chávez. Por otro lado, la hermana de Betancourt expresó su "esperanza" en que el asunto de los rehenes de las FARC se convierta en una "prioridad" en la V Cumbre entre la Unión Europea y América Latina y Caribe que se celebrará los próximos viernes y sábado en Lima.