Los vicecancilleres de Ecuador, José Valencia, y de Colombia, Camilo Reyes, iniciaron a las 17.45 hora local (22.45 gmt) esta esperada reunión para intentar limar diferencias tras la incursión militar colombiana en la nación vecina. García Belaúnde, que participó de este encuentro durante 35 minutos, comentó que con su presencia quiso "transmitir el saludo del Gobierno" a los vicecancilleres colombiano y ecuatoriano, así como sus "mejores deseos para que todo este proceso de negociación avance y culmine pronto y felizmente para todos". Esta reunión coincidió hoy con las reuniones preparatorias de la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE), en las que Valencia y Reyes participaron junto a sus colegas de los dos continentes para ultimar la declaración que emitirán los jefes de Estado y Gobierno el próximo viernes. El canciller peruano rehusó confirmar a los periodistas si esta cumbre puede facilitar un encuentro entre los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Colombia, Álvaro Uribe, y se limitó a responder que la búsqueda de una solución al conflicto "es un mecanismo que ya está en marcha". García Belaúnde hacía referencia a los buenos oficios del secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, para resolver esta crisis, la más grave entre dos países sudamericanos en los últimos años. La presencia del ministro peruano en esta reunión puede indicar que su país se ha propuesto mediar en el conflicto, después de que anunciara la semana pasada que su Gobierno está deseoso de "facilitar cualquier encuentro que permita superar esta situación". También dijo que el presidente peruano, Alan García, sólo aceptaría mediar si "Colombia y Ecuador lo solicitaran". Los viceministros de Ecuador y Colombia se reunieron por primera vez tras la crisis el 29 de abril pasado en Panamá, en el marco de la misión de buenos oficios encomendada al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza. Las discrepancias diplomáticas se generaron a raíz de la incursión de tropas colombianas a Ecuador, el 1 de marzo, para acabar con un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se saldó con la muerte de más de una veintena de personas, entre ellas, el número dos de la organización guerrillera, Raúl Reyes. En respuesta, el Gobierno ecuatoriano presentó una queja formal ante la OEA.