Tras un almuerzo con el rey Juan Carlos y el príncipe Felipe, Correa se entrevistó durante una hora con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien abogó porque Colombia y Ecuador restablezcan la "confianza entre países hermanos". Zapatero, que expresó su "confianza" en el presidente ecuatoriano, señaló que ambos países deben mantener unas relaciones "positivas". El dirigente español dijo también que no ha oído ninguna denuncia por parte de Colombia que vincule a Ecuador con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y subrayó que nunca ha tenido "absolutamente ninguna duda" sobre el papel de Ecuador en ese conflicto. "Nunca he oído ninguna denuncia, ni una palabra de sospecha por parte de Colombia sobre Ecuador", reiteró Zapatero, quien ha aceptado la invitación a visitar el país andino el próximo año para respaldar la gestión de Correa. España es la primera escala de una gira que llevará al presidente de Ecuador a Bélgica y a Francia para contrarrestar las acusaciones de Colombia, país que el pasado 1 de marzo bombardeó un supuesto campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, en el que murieron 26 personas, entre ellas el considerado "número dos" de esa guerrilla, Raúl Reyes. A raíz de ese ataque, Correa rompió las relaciones diplomáticas con Colombia. La Policía internacional Interpol analiza unos documentos supuestamente obtenidos de un ordenador de Reyes, que, según Bogotá, vincularían a Correa con las FARC. En una entrevista con Efe en Madrid, Correa dijo hoy que no tiene nada que temer del informe de Interpol y que nunca ha conocido a nadie de las FARC, que, según la denuncia, habrían financiado su campaña electoral en 2006. "Creámelo o no, en mi vida he conocido a nadie de las FARC, y cuando lo conozca le voy a decir al mundo ¡por fin, conocí a alguien de las FARC!. Todo eso es absolutamente mentira", afirmó. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, animó también a su colega de Ecuador, María Isabel Salvador, a recomponer las relaciones de su país con Colombia y expresó su disposición a favorecer una solución que restablezca la confianza entre Quito y Bogotá. La situación de los inmigrantes ecuatorianos y las inversiones españolas en el país andino fueron otros de los asuntos tratados. Zapatero destacó que los inmigrantes de ese país contribuyen "a nuestro progreso, desarrollo y cultura". Por su parte, Correa agradeció a España que haya "recibido con los brazos fraternos" a miles de ecuatorianos y manifestó su satisfacción por la regularización de muchos de ellos. El mandatario ecuatoriano concluyó su apretada agenda de trabajo en Madrid con un encuentro en la Casa de América con representantes de la comunidad de su país en España, calculada en unas 700.000 personas. Correa expuso los avances registrados en su mandato y también escuchó algunas críticas de sus compatriotas. Antes tuvo tiempo de proclamar la "derrota definitiva de la larga y triste noche neoliberal en América Latina" durante una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Ante un millar de estudiantes, que le recibieron al grito de "¡Alerta!, ¡alerta!, ¡alerta! que camina la espada de Bolívar por América Latina", Correa arremetió contra los Gobiernos "entreguistas y neoliberaloides" que dirigieron la región en los años 80 y 90, y anunció que "los pueblos latinoamericanos por fin han despertado". Mañana, a primera hora, Correa viajará a Bruselas para continuar su cruzada contra la que considera "campaña de desprestigio" del Gobierno Uribe y pedirá en la capital de la UE respaldo para el Plan Ecuador, con el que pretende impulsar el desarrollo de la zona fronteriza con Colombia y evitar el apoyo de la población de esa aislada zona a las FARC. EFE