La campaña presidencial entró en una nueva fase, con ataques directos entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, que se intensificaron ayer, mientras Hillary Clinton resiste la presión.
Tanto las huestes de Obama como las de McCain definen sus líneas de batalla, pues los republicanos ya asumen que el senador negro será el rival a batir, según Joseph Lieberman, un ex congresista demócrata, ahora independiente y apoyo clave del senador por Arizona. Obama repitió en una entrevista en CNN una frase que puede convertirse en una especie de eslogan de su campaña: "John McCain esencialmente ofrece cuatro años más de las mismas políticas que nos han metido en la situación en la que estamos ahora". Obama explota con ello el descontento generalizado con el presidente Bush, plasmado en sus bajos índices de aprobación.