Las crisis alimentarias, el exceso de uso de agroquímicos y la carestía de los enseres de producción ponen a los huertos orgánicos como los protagonistas de una solución para las familias. Por eso una invitación pública en la que el gobierno a través del Consejo Nacional para la Reactivación de la Producción y la Competitividad llamaba a las comunidades a presentar proyectos sustentables, llevó a la junta parroquial de San Plácido a plantear a varias personas la posibilidad de realizar un plan para utilizar los desechos sólidos como abono orgánico. El proyecto ganador 15 familias de la zona decidieron aplicar el programa y ganaron; la semana pasada firmaron el convenio para que este proyecto empiece a ejecutarse a partir de junio. Paulo Rodríguez, secretario nacional del Consejo estuvo en Portoviejo para la firma del convenio de cooperación con la junta parroquial de San Plácido, representada por Marco Jiménez, como su presidente allí se informó que los vecinos durante tres meses recibirán capacitación por parte de técnicos del Consejo. Además, recibirán 25.000 no reembolsables, durante ese tiempo. Ese dinero será asignado para la elaboración del abono y las familias deben identificar el material biodegradable, con el abono llegarán mejores y más sanas producciones en los huertos de las familias. Ese abono será vendido para seguir sustentando el proyecto que tiene como finalidad apoyar a más familias de la zona, señaló Paulo Rodríguez.