Segundo Valle, conductor de la unidad de transporte Reales Tamarindos, dijo que los usuarios se quejan constantemente por lo estropeados que llegan a sus destinos. Antes, el viaje desde Portoviejo hasta Pichincha era de dos horas, ahora necesito más de tres horas "ya que esquivo un hueco y caigo en otro", dijo el conductor. Añadió que las consecuencias también son para los carros y por ende para sus bolsillos. Aseguró que hay daños en hojas de resortes, amortiguadores, se afloja la carrocería y las llantas se pinchan a cada rato. Aulio Torres, quien viaja una vez por semana de Pichincha a Portoviejo, dijo que para realizar el recorrido lo piensa hasta dos veces porque los carros se demoran más de lo normal. Carretera nueva El alcalde de Pichincha, Washington Giler, pidió al Consejo Provincial la reparación de la vía San Plácido-Pichincha, que quedó destruida por las lluvias. Giler comentó que la carretera está destruida y que, aunque por ahora se necesita que se le haga mantenimiento, será mejor que la vuelvan a construir. El alcalde recordó que hace pocos meses el ministro de Obras Públicas, Jorge Marún, anunció que esta carretera será construida de hormigón armado y tendrá cuatro carriles. “Esperemos que se lo haga y que no se espere a que esté listo el proyecto de la vía Manta-Manaos para trabajar”, manifestó. Desde Portoviejo a Pichincha, los tramos más deteriorados están entre la loma del cementerio y El Rodeo, en Portoviejo, y desde la parroquia San Plácido hasta el ingreso al cantón Pichincha. En el cerro Mancha Grande, donde hace dos meses se registró un deslave, la maquinaria del Consejo Provincial solamente habilitó un carril. En ese lugar, sólo puede transitar un vehículo a la vez por lo angosto de la vía, lo que aumenta el riesgo de accidentes o la posibilidad de que los vehículos caigan al precipicio ya que no hay señalización nocturna. San Plácido- El Empalme La carretera desde Pichincha hasta El Empalme en la provincia de Los Ríos, también es otro de los tramos viales que agobia a los pichinchanos. Antonio Col, conductor de la cooperativa Buena Fe que cubre esa ruta, aseguró que la vía está totalmente destruida y que ahora el tiempo de 40 minutos que se hacían se duplicó.