El objetivo de Franco es llegar a ser timonel y luego patrón de altura para pescar en embarcaciones más grandes. Tendrá que realizar talleres OMI más extensos y presentar el título de bachiller. El riesgo ha bajado Luis Pico también es marinero. Él cree que los cursos OMI han ayudado a bajar el nivel de riesgo en el mar. Hasta hace pocos años la pesca era una actividad no regularizada. Después se establecieron jerarquías, formas de control y requisitos para ejercerla. Pico comentó que ahora el pescador sabe cómo responder ante una emergencia, pues está más capacitado. También conoce un poco más sobre los patrones de pesca, aguajes y especies en vedas. Patricio Mora, capitán del Puerto de Manta, aseguró que en la actualidad el pescador es más productivo. Antes salía a pescar sin rumbo y atrapaba lo que podía. Ahora, sabe que una especie en peligro no debe ser atrapada. "Están haciendo conciencia de que no se le puede hacer daño a su campo de trabajo como es el mar", añadió. Las especializaciones como patrones costeros y de altura les permite saber las zonas de pesquerías y localizar con facilidad las manchas de peces. Mora puntualiza que todo evoluciona, y que el hombre de mar también lo está haciendo. Sobre los beneficios que tiene el pescador con sus trámites, dice que es para identificarlos como profesionales del mar. En compañías grandes, la matrícula les sirve para que se los afilie al seguro social. Seguridad Mora afirmó que se está trabajando para que el pescador se sienta más respaldado, por lo que hay operativos para detener a los piratas. Otro de los objetivos es la instalación de microchips en las embarcaciones para vigilarlas por vía satélite. El plazo para que los armadores (dueños de barcos) instalen este dispositivo vence en agosto.