El asesor del secretario general de la ONU para los OMD ha subrayado, en rueda de prensa, que casos concretos como el de EEUU, donde un tercio de la producción de maíz se ha destinado a la obtención de biocombustible, suponen un golpe para el abastecimiento de alimentos en el mundo. En cuanto a la UE, Sachs ha admitido que a simple vista el impacto de esos combustibles en la oferta de alimentos es "más moderado", pero ha advertido de que la expansión de biocarburantes tiene también "efectos en Europa". En concreto, las importaciones europeas de biodiésel contribuyen a la deforestación y a que en otras partes del mundo estén desapareciendo bosques tropicales para el cultivo de soja destinada a ese combustible, ha añadido Sachs, profesor de la Universidad de Columbia. En este sentido, ha apuntado que es necesario investigar para obtener biocarburantes que no procedan de materias primas agrícolas o de cultivos alimentarios. Sachs ha remarcado que sobre todo es necesario incidir en el desarrollo de infraestructuras y de la agricultura en África para que los países de este continente puedan abastecerse de alimentos. "Se trata de desarrollar variedades de semillas más resistentes, cultivos que aguanten mejor la sequía y que produzcan mas cosechas", afirmó. Asimismo, Sachs ha manifestado que esto "no es una cuestión para (impulsar) los Organismos Genéticamente Modificados (OGM)", preguntado por el papel que los transgénicos podrían tener para paliar la carestía de alimentos. El asesor de la ONU ha dicho, en este punto, que ningún país africano emplea los cultivos OGM como forma habitual para abastecimiento interno de alimentos, por lo que las variedades que deben fomentarse en África estarán dentro de la agricultura convencional o incluso ecológica. EFE