El documento, aprobado por 87 de los 118 asambleístas presentes en la votación, alerta "al pueblo ecuatoriano y Latinoamericano sobre los claros intentos secesionistas que se ocultan detrás del referendo convocado en Bolivia". Manifiesta su rechazo al mismo al considerar que afecta "no sólo a la democracia boliviana sino a todas la comunidad latinoamericana, en tanto vulnera los principios de la Carta Democrática de la OEA y otros instrumentos internacionales que reconocen el derecho de los gobiernos a promover y defender la democracia y a resolver los conflictos por la vía del diálogo". Por ello, en su acuerdo, la Asamblea ratificó "el apoyo al Gobierno boliviano y a su presidente, Evo Morales, como representante legal, constitucional y legítimo del pueblo boliviano". Asimismo, reiteró la "solidaridad con el Gobierno y pueblo de Bolivia empeñados en la construcción de un país equitativo e integrado a Latinoamérica". La Asamblea de Ecuador exhortó a la comunidad Latinoamericana, a los países de Grupo de Río y a Organización de Estados Americanos (OEA) "que den su apoyo a Gobierno democrático de Bolivia". El debate para la aprobación del acuerdo estuvo plagado de posturas de solidaridad con Bolivia y llamamientos a la integración Latinoamericana, así como de rechazos de quienes consideraban que opinar sobre la situación en Bolivia era violentar la soberanía de esa nación andina. También hubo quienes pidieron al presidente de la Asamblea, Alberto Acosta, no perder tiempo en asuntos externos sino emplearlo en la redacción de la nueva Carta Magna. La Asamblea, en la que el movimiento oficialista Acuerdo País acapara 80 de los 130 escaños posibles, trabajó normalmente este jueves pese a que el Gobierno decretó asueto hoy y mañana por el Día del Trabajo.