Su primera visita fue a la Corte Superior de Quito, en donde los jueces expusieron sus quejas como es el caso de Andrés Zambrano, Juez Primero de Tránsito, quien señaló que en el piso donde él trabaja sólo existe un baño. Oficinas cerradas En los juzgados de la Niñez varias oficinas que permanecían cerradas y algunos empleados no se encontraban en sus puestos de trabajo. Uno de estos casos es el de la Sandra Moyá, quien no estaba en su despacho. “Está en el archivo ahorita”, fue el comentario de uno de los empleados. Al llegar allá no se la encontró. Por ello vino el reclamo de Gómez Mera: “no me gusta que me mientan”, sostuvo. En los juzgados de lo civil también hubo sorpresas. Allí los empleados indicaron al titular de la magistratura que la falta de equipos, como computadoras retrasa el despacho de causas y que por tal motivo hay retrasos. “Con una computadora no sacaría cuatro expedientes diarios sino ocho tal vez”, dijo, la Jueza Segunda de lo Civil Victoria de Rodríguez. Por lo cual Roberto Gómez Mera anunció sanciones que van desde una simple amonestación hasta una multa más grave. Si “ya fuese algo reiterativo, se podría llegar hasta la destitución”, finalizó.