Efraín El Vito Moreno, confecciona y borda en su taller las chaquetillas, taleguillas, machos, corbatines, camisas, monteras, capotes de paseo, zapatillas y el añadido de los trajes que lucen muchos toreros ecuatorianos. Rodeado de centenares de telas de colores, hilos dorados y plateados, así como de un sinnúmero de cuadros y carteles taurinos, Don Efraín da forma a los modelos que los toreros ecuatorianos escogen. El Vito, quien toreó durante diez años en plazas ecuatorianas y colombianas antes de convertirse en el artesano taurino, como él mismo se llama, confesó que cuando era joven nunca pensó que iba a dedicarse a los trajes, pues su sueño era lucirlos como torero. Al no encontrar oportunidades en su país, Efraín decidió viajar a Colombia, donde conoció a otros aficionados a la tauromaquia, con quienes compartió la afición y varias tardes. Pero las esperanzas de torear profesionalmente se extinguieron junto con el dinero que invirtió para vivir en Colombia y en Ecuador, pues viajaba constantemente entre ambos países. Un día, recordó con melancolía, un sastre taurino de Bogotá amigo suyo, le ofreció trabajo en su taller. "Ahí pegaba botones, aprendí a hacer los bordados; realmente empecé en esto porque ya no tenía dinero", dijo. Recordó que adoptó el nombre de "El Vito" por sus compañeros de torería.Aseguró que se demora un mes y medio en confeccionar un traje, en el que emplea unas 500 piedras para bordados, 350 metros de hilo acordonado y unos 400 gramos de lentejuelas.