El ministro galo de Exteriores estará en Quito unas diez horas y regresará a Bogotá por la noche para una escala técnica de cerca de una hora, antes de llegar a Caracas para hablar mañana con el jefe del Estado venezolano, Hugo Chávez. La gira del ministro francés tiene como objeto procurar que se reanuden las gestiones en busca de un intercambio humanitario entre los rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y alrededor de 500 guerrilleros de ese grupo presos. Las FARC tienen cautivos a 40 políticos, soldados, policías y civiles, entre ellos la ex candidata Betancourt y los contratistas estadounidenses Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves. Francia, España y Suiza realizan una gestión de buenos oficios en busca de dicho canje, que las FARC supeditan a que se desmilitaricen los municipios de Florida y Pradera (departamento del Valle del Cauca, suroeste) para hablar allí durante mes y medio del intercambio. A comienzos de este mes llegó un avión ambulancia al departamento del Guaviare a la espera de poder atender a Íngrid Betancopurt, pero las FARC no aceptaron la misión humanitaria aduciendo no haber concertado esa gestión. El grupo guerrillero liberó en enero y febrero pasados a seis políticos secuestrados, como gesto unilateral de desagravio hacia Chávez, quien a petición de Uribe canceló en noviembre pasado su mediación para las liberaciones de rehenes, proceso que adelantaba junto con la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba, . Según el Gobierno colombiano, el ministro Kouchner también expresó interés en que se reanuden las relaciones entre Colombia y Ecuador, rotas desde el pasado 3 de marzo, dos días después de que tropas colombianas incursionaran contra un campamento en territorio ecuatoriano, hecho que culminó con la muerte de 26 personas, entre ellas el "número dos" de las FARC, "Raúl Reyes". La visita de Kouchner se desarrolló en medio de hermetismo, pero el jefe de la diplomacia francesa, tras hablar con su homólogo colombiano Fernando Araújo, resolvió no aceptar el automóvil oficial y se fue caminando a la Casa de Nariño, sede presidencial, para hablar con el presidente Uribe. En el recorrido el ministro conversó con el público e incluso cantó. EFE