Pero será a partir del lunes 28 cuando las escuelas y colegios públicos se llenarán masivamente con los miles de estudiantes que, bulliciosos, emprenderán una nueva etapa de estudios, esperanzados de lograr la superación que satisfaga sus anhelos, los de sus padres y los de sus mismos profesores. Y es oportuno recordar a los directivos, funcionarios y autoridades educativas, algunas recomendaciones que surgieron el año anterior como preocupación de los padres de familia y la comunidad en general, sobre lo que pareciera excesos cometidos contra los estudiantes. Uno de ellos lo constituye la carga física que el estudiante lleva sobre sus hombros al llenar de libros la característica mochila, lo que es visible a simple vista cuando éste camina por las calles, especialmente cuando se trata de niños. El peso diario obligado a trasladar puede afectarles la columna vertebral, según los especialistas, por lo que es prudente revisar esta disposición. Otra de las observaciones hace referencia a la cantidad de materia que se induce al estudiante para su aprendizaje, lo que es discutible porque puede variar de acuerdo a la metodología aplicada; sin embargo, cobra validez en aquello de recargar estudios en fechas trascendentales como Día de la Madre o del Padre, etc. restándole tiempo a la celebración en familia porque el niño o el joven debe estudiar. Igual en los costos de bares en los colegios y escuelas, que en algunos se aprovechan de la necesidad momentánea de los estudiantes para abusar en precio y calidad, debiendo efectuarse un control más cercano para evitar irregularidades. Estas observaciones parecieran irrelevantes para unos, pero son inquietudes de padres de familias que han solicitado a nuestro medio las traslade a los involucrados en la educación. "Evitar mucho peso en las mochilas que cargan los estudiantes"