Fernández agradeció "el honor" que le significaba recibir el collar porque es una prueba de la "demostración del afecto, de los lazos de amistad políticos, e históricos que unen a ambos pueblos". Asimismo, destacó la importancia de ser ella la segunda mujer argentina en recibir esa condecoración después de María Eva Duarte de Perón. "Hay cosas que constituyen verdaderos golpes al corazón y éste es uno de ellos", señaló Fernández. En el palacio de Carondelet, en el centro histórico de Quito, Fernández impuso también a su colega ecuatoriano la condecoración de la Orden del Libertador San Martín en el grado de Gran Collar. Fernández también recibirá hoy la llave de la ciudad de manos de Paco Moncayo, alcalde de Quito, ciudad considera Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). EFE