Con pancartas de fotos de víctimas y gritos de justicia, los ciudadanos empezaron el recorrido en la escuela Juan Manuel Álava, luego llegaron al barrio San Bartolo y de allí al casco comercial hasta finalizar en el salón de actos municipales, donde varias personas hablaron para fustigar la ola de violencia y muerte que se ha desarrollado en esta ciudad. Fernando Montes, uno de los organizadores de la jornada, expresó que la policía debe tomar cartas en el asunto e iniciar un riguroso control en bares y discotecas en donde ingresan personas con armas de fuego. El alcalde Ramón González se comprometió a conversar con autoridades como el intendente de policía para coordinar operativos. También se acordó aplicar un toque de queda desde las 22h00 para los menores de edad. Otros señalaron que a Calceta han llegado muchos foráneos, algunos usan armas lo cual incentiva a la violencia. Un caso Los integrantes de la familia Farías-Ríos también tomaron parte en la protesta ellos aún lamentan el crimen de Kléber Antonio, quien fue asesinado hace un mes. Fabián Farías, hermano de Kléber, señaló que ellos tienen el amargo sabor de la impunidad en este caso; dijo que ha pasado un mes pero hasta ahora los agentes de la policía no pueden determinar quién asesinó a su hermano, aunque, según dijo, un policía de apellido Rengifo siguió en moto al supuesto criminal pero en su versión dice que no vio a nadie. Destacó que la familia pondrá una denuncia particular para que la investigación no cese y el crimen del joven, que era padre de dos niñas, no quede en la impunidad.