Este es un trabajo que no se hacía desde hace quince años, coinciden varios empleados, y que es necesario para asegurar la calidad del líquido que consume la población.
El jefe del sistema, Sergio Mera, indicó que la planta, que tiene más de 40 años de funcionamiento, debe ser sometida a mantenimiento para evitar su deterioro.
Respecto de la limpieza de los filtros recalcó que es vital para entregar agua potable de mejor calidad. Los trabajos consisten en el retiro de las viejas boquillas por unas nuevas, y en el reciclaje de otras boquillas, así como la pintada de los tanques y colocación de arena especial y grava para un mejor proceso de filtrado.
Si se contrataba las labores con un profesional externo el costo hubiera sido 36.000 dólares. En vista de que el sistema atraviesa por una grave crisis económica se optó porque sean los obreros quienes lo hagan, y el presupuesto es de 12.000 dólares.
Sergio Mera señaló que la limpieza total demanda de unos 40 días y pidió paciencia a los usuarios, pues estos trabajos han ocasionado la disminución del 30 por ciento de la distribución de agua a los hogares.
Los barrios más afectados son la ciudadela Bowen, González, Paraíso, San Rafael, Aray y Banco de la Vivienda. Mera calificó a los filtros como “los pulmones” de la planta.