Dijo que su niño fue ingresado al hospital de Jipijapa la noche del domingo 11 de los corrientes, a las 22h30, presentando un dolor en el pecho y una sofocación, por lo que le hicieron un electrocardiograma, que no detectó ningún problema. Como en la emergencia del IESS le habían puesto un suero de hidratación, en el hospital le cambiaron el suero y le aplicaron un sedante, a las 12 de la noche le cambiaron el sedante y el niño desde entonces como que perdió el conocimiento, lo habían atendido 4 médicos, aseveró. A las 05h00 del lunes en el cambio de guardia, una doctora le mandó a tomar una ecografía, que se la hicieron de manera particular, y dicha profesional manifestó que se trataba de un caso de hígado graso. Desesperados los familiares optaron por llevarlo al hospital de Portoviejo, en la ambulancia del Seguro. En el nosocomio de Portoviejo ordenaron nuevos exámenes, incluida una tomografía, pero no se atinaba a un diagnóstico preciso, hasta  que a las 16h00 sospecharon que podría ser un caso de peritonitis, como lo determinó una ecografía. "Lo condenable es también que sabiendo que el cuadro era de gravedad, el cirujano Carlos Almeida, quien lo valoró a las 18h00, manifestó que había que operarlo de urgencia, pero que como se iba a dar clases regresaba a las 20h00. Pero el médico no llegó sino a las 23h00 al hospital, y todavía se quedó media hora en su vehículo hablando por celular, sin atender a los pedidos que la familia del niño le hacía para que lo operara", expresó Cañarte Álvarez. A las 23h30 Almeida ingresó al quirófano pero no lo operó porque era de mucho riesgo. Guillermo Cañarte murió a las 07h00 del martes en el nosocomio de Portoviejo, y después inclusive le pusieron trabas para el certificado de defunción, según manifestó el denunciante.