La obra está a cargo de la compañía Poggi Barbieri. El representante de esta empresa, Humberto Poggi Zambrano, dijo que el retraso se debe a que el Municipio no ha expropiado todos los terrenos, pese a que se comprometió a hacerlo. Mientras que la alcaldesa Patricia Briones expresó que los seis terrenos afectados fueron declarados de utilidad pública y expropiados. La funcionaria señaló que el Cabildo destinó 50 mil dólares para las expropiaciones y que han pagado el valor a aquellos con quienes se llegó a acuerdos. Con Manuel Solórzano todavía no cierran negocio. La constructora continúa trabajando en diez disipadores de energía, que aspira culminar en dos meses. Gabriel López, superintendente de la obra, manifestó que los disipadores servirán para no afectar el cauce del río. El problema ahora radica en que el canal abierto no puede conectarse con el ducto 17. La constructora argumenta que no se han hecho las expropiaciones. Nuevo plazo Hace dos semanas la fiscalizadora Sinecuanon y el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) aprobaron un nuevo diseño. Respecto al rediseño, Poggi expresó que se está analizando y tratan de mejorar con técnicos locales. “Si se cumple con las expropiaciones, la obra la terminaremos en ocho meses. También tenemos el problema de que no nos han entregado los estudios de la red de agua potable, ni de telefonía ni de aguas servidas”, afirmó Poggi. La obra fue contratada el 16 de noviembre del 2006, con la empresa Poggi Barbieri, por un valor de 6´999.316,74 dólares. El anticipo de 3’140.002 dólares fue entregado el 28 de noviembre del 2006 y los trabajos iniciaron el 15 de enero de este año.