En mi corta síntesis histórica diré que, Junín tiene bien delineados sus límites: al norte con Tosagua y Bolívar, al sur con el cantón Portoviejo (la capital), al este con Bolívar y al oeste con el hermano cantón Rocafuerte; tal cual quedaron concebidos desde 1952. El primer asentamiento poblacional se dio en lo que hoy son las riveras del estero Palmar, el cual resultó pequeño para la migración que venía de Portoviejo, Riochico y de Colombia, la cual permitió que la gente de dicho caserío se traslade a lo que hoy es en Junín –Loma Seca, Santo Domingo, Higuerón y La Pita Chica, etc. Esta gente denominó a este poblado como “Río Mosca” que eran gentes dedicados a la caza, pesca y a la explotación del caucho, y como este poblado crecía y crecía, en vez de “Río Mosca” pasó a llamarse “Hule”. Sus habitantes pidieron al Jefe Supremo de Manabí y Esmeraldas el General Eloy Alfaro Delgado –que lo elevase a parroquia con el nombre de Junín, este aceptó la petición y el 8 de octubre de 1883 decretó la parroquialización; el Congreso aprobó el decreto el 23 de abril de 1884. Perteneció primero al cantón Rocafuerte, ya en 1913 Junín pasó a ser parroquia del cantón Bolívar, y el 5 de noviembre de 1952 el Congreso decreta la cantonización de Junín, para satisfacción de su hijo ilustre Don Luis Ramón Loor Saltos, diputado y para su bancada gubernamental tres días más tarde, es decir el 8 de noviembre del mismo año, el Dr. José María Velasco Ibarra, Presidente Constitucional del Ecuador puso el ejecútese al decreto de cantonización, el cual fue festejado ruidosamente por todos sus habitantes y de allí su celebración hasta nuestros días. El primer Presidente del ayuntamiento municipal fue el Sr. Plutarco García Saltos. El actual Junín es pintoresco y ecológico, con lindos paisajes y atractivos turísticos; sus calles y avenidas limpias, con parques, iglesia, templos, cementerio general, estadio, coliseo, plaza cívica, escuelas, colegios, academias artesanales y una extensión de la ULEAM de Manta, centro hospital, alcantarillado y nos falta tener una pavimentación integral y atención en educación, salud en el sector rural ya que es ahí donde se centra la riqueza del cantón. Junín es una ciudad que crece a pasos agigantados, es cuna de mujeres bellas y hermosas y de hombres intelectuales en todos los campos del saber, educadores, poetas, profesionales capacitados en el exterior, hoy de vuelta a su Junín natal. Junín agrícola, ganadero y avícola, por tal motivo y por los grandes cultivos de caña de azúcar, le decimos “La ciudad de los cañadulzales” y de ellas sus derivados como el mejor trago del mundo. ¡Viva Junín!