Manta recibirá, este sábado y domingo y los tres siguientes fines de semana, vuelos internacionales que serán desviados desde Guayaquil por las operaciones de mantenimiento en la pista guayaquileña. La experiencia puede ser una especie de práctica para lo que se busca, convertir al local en un aeropuerto internacional, inicialmente de carga, y luego de pasajeros. Sin duda habrá inconvenientes que deben ser considerados para las mejoras necesarias en la terminal, diseñada hasta el momento sólo para vuelos nacionales, pero que debe mirar hacia una internacionalización. El hecho de que el aeropuerto vaya a ser utilizado sólo para carga y abastecimiento de combustible, no debe ser motivo para que no se piense en analizar lo que pase. Ciertamente ya hubo cambios, pero no han sido suficientes dada la demanda de usuarios, que ha crecido al salir desde este sitio nueve vuelos diarios de tres compañías aéreas nacionales, a Quito y Guayaquil. En feriados, especialmente, es cuando se pone en evidencia la necesidad de ampliar la terminal. El estudio para la concesión que elabora y financia la Corporación Andina de Fomento sin duda considerará éste y otros aspectos. Ya no se trata sólo de los vuelos nacionales. La potencial ruta aérea Manta-Manaos lo demandará, y otros vuelos que llegarán cuando el aeropuerto Eloy Alfaro logre la certificación, cuya gestión también se ha iniciado pero requerirá mínimo dos años. Entonces, hay que aprovechar la coyuntura. "Se puede obtener lecciones para el futuro"